Fístula Vaginal: Fístula Rectovaginal y Vesicovaginal
¿Qué es una fístula?
Una fístula es una conexión anormal que se forma entre la vagina y la vejiga o la parte inferior del intestino grueso/recto.
Causas de la formación de fístulas
Las posibles causas de una fístula vaginal incluyen:
- Lesiones en el parto
- Complicaciones quirúrgicas de cirugía ginecológica, urológica o colorrectal previa
- Radioterapia alrededor de la región pélvica
- Enfermedades inflamatorias del intestino, como la enfermedad de Crohn
- Pesario vaginal sin cuidado
- Diverticulitis
- Traumatismo vaginal por accidentes
Síntomas de la fístula vaginal
Los signos relacionados con la fístula vaginal dependen del órgano afectado e incluyen:
- Presencia de orina o heces en la vagina
- Paso incontrolable de orina o gases/heces a través de la vagina
- flujo vaginal con mal olor
- Infecciones recurrentes del tracto vaginal o urinario
- Dolor o irritación inexplicable alrededor de la región vaginal o la región del perineo, el área entre el ano y la vagina.
- Dolor durante las relaciones sexuales
- Dificultad para controlar la micción o los movimientos intestinales
Diagnóstico de la fístula vaginal
Su médico primero le preguntará acerca de sus síntomas y realizará un examen físico cuidadoso para verificar la presencia de cualquier posible fístula vesicovaginal o rectovaginal.
Para identificar una fístula, su médico puede solicitar diferentes pruebas, entre ellas:
- Pruebas de contraste : Estas pruebas incluyen el uso de agentes de contraste en la vejiga, un enema de bario o un vaginograma para obtener radiografías de contraste de la pelvis para identificar la presencia de una fístula.
- Prueba del tinte azul : En esta prueba, se coloca un tampón en la vagina y se inyecta un tinte azul en la vejiga o el recto. El tampón se retira después de un tiempo y se revisa si presenta una tinción azul, lo que indica la presencia de una
- Ecografía endovaginal 3D y anorrectal : este procedimiento implica el uso de ultrasonido para visualizar la vejiga, la uretra, el ano y el recto para verificar la presencia de fístula.
- Tomografía computarizada (TC) : este estudio crea imágenes muy detalladas del abdomen y la pelvis.
- Resonancia magnética (IRM): se utilizan un campo magnético y ondas de radio para crear imágenes de las estructuras internas de los tejidos blandos para ayudar a identificar la fístula.
- La cistoscopia o anoscopia se utiliza para visualizar la vejiga y/o el recto y detectar la presencia de una abertura para fístula.
Tratamiento de una fístula vaginal
Inicialmente, es posible que le receten antibióticos u otros medicamentos para curar cualquier infección en la zona. En algunos casos, su médico podría recomendar esperar unos meses para ver si la fístula cicatriza por sí sola. El uso de una sonda vesical durante unas semanas puede ayudar a que una fístula vesicovaginal cicatrice espontáneamente. Con frecuencia, puede ser necesaria una cirugía. Las opciones quirúrgicas incluyen:
- La mayoría de las fístulas vaginales pueden repararse eficazmente mediante un procedimiento vaginal. En un procedimiento quirúrgico ambulatorio, la fístula puede ser enterrada quirúrgicamente con tejido sano (procedimiento de Latzko para la fístula vesicovaginal) o extirpada por completo y el defecto cerrado por capas (fístula rectovaginal).
- Uso de un tapón de tejido biológico para sellar la fístula y guiar al cuerpo para que sane alrededor del tapón – para fístulas rectovaginales
- Reparar la fístula utilizando un injerto de tejido obtenido de tejido sano adyacente
- Puede ser necesario reparar los músculos del esfínter que puedan haberse dañado debido a la fístula para prevenir la incontinencia.
- En algunos casos raros o complejos, también se realiza una colostomía para desviar la orina o las heces a través de una abertura en el abdomen mientras la fístula cicatriza.