La disfunción miccional es una micción anormal que provoca retención urinaria, frecuencia y un chorro lento o interrumpido. Esta disfunción puede deberse a cirugías pélvicas previas, prolapso vaginal, traumatismo pélvico, disfunción de la columna lumbar u otros nervios, presencia de masas o tumores pélvicos, malos hábitos de higiene o estrés emocional o psicológico que provoca contracciones involuntarias de los músculos del suelo pélvico.
Síntomas de disfunción miccional
Los síntomas de disfunción miccional incluyen micción frecuente o urgente, chorro urinario lento o interrumpido, incontinencia urinaria, dolor de espalda o abdomen, o infecciones urinarias recurrentes. Su médico le realizará una exploración física, un análisis de orina, medirá la orina residual en la vejiga después de orinar con una sonda o una ecografía vesical, y podría solicitar otras pruebas, como una urodinámica, para determinar la función miccional.
Tratamiento de la disfunción miccional
El tratamiento de la disfunción miccional se basa en la causa subyacente. Su médico puede recomendar:
- Anular según un horario predeterminado
- Micción doble y triple: después de la micción inicial, intenta sacar más orina.
- Medicamentos para relajar el músculo del esfínter de la vejiga o aumentar la fuerza de contracción del músculo de la vejiga.
- Laxantes para prevenir el estreñimiento
- Fisioterapia para ayudarle a aprender a relajar los músculos del suelo pélvico y aprender técnicas de comportamiento que le ayudarán a vaciar la vejiga de forma más eficaz.
- Cateterizarse periódicamente para prevenir la sobredistensión de la vejiga